domingo, 23 de agosto de 2015

Período de letargo

Hola a tod@s,

tras un período de inactividad vuelvo a la carga. ¿Qué ha pasado durante tanto tiempo? Sinceramente.... no lo sé.

Soy una persona que intento tener lo máximo posible las cosas organizadas porque sino me pongo nerviosa. Forma parte de mi personalidad. Pues estos 2 meses han sido un auténtico caos para mí. Os cuento para que entendáis mi caos (si alguno lo llega a entender)

Antes de que empiece el verano ya tengo más o menos planificado las semanas de vacaciones que voy a coger y donde quiero ir (según una serie de cuestiones como por ejemplo... tiempo de vacaciones reales que tenemos, presupuesto de vacaciones... que suele ser escaso... vamos... para echarse a llorar..., preferencias familiares... que suelen ser contrapuestas... es decir... que cada uno tira para un sitio y no hay manera de ponerse de acuerdo). Una vez salvados todos estos obstáculos tenemos ya las vacaciones planificadas.
Pues este año más o menos ya las tenía organizadas (mira que nos había costado llegar a un punto en común y eso que solo somos 3). Ya podía estar tranquila porque no tenía que pensar en ellas y podía dedicarme a otros asuntos pendientes (este verano, cuando esté en casa voy a... tirar todo lo roto, cambiar el mobiliario de sitio, arreglar el jardín, organizar los papeles que se acumulan durante todo el año y archivarlos, estudiar inglés, seguir escribiendo en el libro que estoy haciendo, leer, leer, leer, leer, ummmm, leer...).
Pues nada más lejos de la realidad. Un viernes de julio, por la noche, llega mi marido y me suelta tan pancho: "cariño, estoy de vacaciones, tengo 2 semanas. En agosto trabajo todo el mes".
Ya os podéis imaginar mi cara cuando me lo dijo. Creo que pasé por todas las caras de los emoticonos del whatsapp y finalmente me quedé con la que está roja como un tomate.
A ver... cariño... que me estas contando... ¿que todo lo que he planificado, con lo que nos cuesta ponernos de acuerdo... tengo que mandarlo al traste y volver a planificar sin tiempo para organizarme? ¿Qué además tengo que avisar a mis pacientes y decirles que tengo que cambiar tooodas las horas de las dos semanas porque tú tienes vacaciones?
Yo creo que soy un claro ejemplo de que la teoría evolutiva de Darwin hace aguas por algún sitio porque según ella solo sobreviven los seres que más rápidos se adapten. Pues señor Darwin, perdone que le contradiga. Yo tardo una eternidad en adaptarme a los cambios. Tardo tanto que para cuando ya lo he hecho los caracoles han ido y vuelto una media de 60 veces. Por tanto, según usted yo ya tendría que estar criando malvas hace... ummmm ¿38 años?
Así que, ya me veis a mí intentando hacer en un menor tiempo posible la organización de las minivacaciones ya que solo iba a ser 1 semana (obviamente no podía cogerme 2 tan precipitadamente).
Uffff, no sabéis lo que supuso ese cambio para mi. Volver a planificar todo de nuevo. Me diréis exagerada pero de verdad me sucede. Soy muy lenta para adaptarme a los cambios.
Al final conseguimos organizar la semana de vacaciones y salió bastante bien todo hay que decirlo.
Pero... ¿y que pasa con agosto? Pues... tenía que volver a reestructurarlo todo y si os digo la verdad,... estamos a 23 de agosto y aún no lo tengo organizado.
Total, que se ha pasado el mes y no he tirado lo roto, no he cambiado el mobiliario de sitio, no he arreglado el jardín, no he organizado los papeles , no he estudiado inglés (teacher no te enfades conmigo), no he escrito una línea de mi libro y... ostras... si, ¡¡¡una cosa que sí he hecho!!! He leído, y leído y leído y leído..., así que... no me puedo quejar de mis vacaciones porque he realizado una de las actividades que más me gustan y que durante el año no puedo disfrutar.

Y... para que no me vuelva a pillar el toro, he optado por empezar ya a planificar el verano que viene buscando diferentes opciones. Así no me volverá a pillar desprevenida... Así tengo más tiempo para adaptarme a los nuevos cambios, porque seguro que el verano que viene vendrá mi marido con otra cantinela.